Un arte de Estado. Cine y estéticas oficiales

por Silvia Schwarzböck

Más allá de que los Estados que buscaron refundarse y refundar su ciudadanía lo hicieron abrazados a un concepto de arte oficial, ese concepto requirió, para cada caso, de un modelo distinto de artista. Mientras el comunismo se valió de un artista políticamente comprometido, el nacionalsocialismo, siguiendo una tradición propia de los gobiernos de derecha, encontró más fáciles de instrumentar a los artistas e intelectuales que se suponen apolíticos. Quien se atribuye esa condición apolítica puede defenderla, en el foro externo, en nombre de que el arte siempre estaría para él por encima de la política, sin sospechar, en el foro interno, de su propio altruismo. El presunto apolítico, cuando acepta trabajar para un gobierno de derecha, suele presentar su decisión como un sacrificio en aras de evitar un mal mayor: salvar al respectivo arte, y a sus colegas artistas, del posible oscurantismo al que los condenarían si en su lugar estuvieran artistas con criterios estéticos menos amplios que los suyos. El mismo criterio podrían hacerlo valer si los convocara una dictadura.

De todos modos, cuando uno se pregunta cómo se justifican a sí mismos los artistas que colaboraron en el arte oficial de una dictadura, quizá debería cuestionarse la propia pregunta: ni Albert Speer ni Leni Riefenstahl –al igual que los arquitectos que proyectaron los estadios del Mundial ’78 o el edificio de ATC– se deben haber preguntado qué pasaría si el Estado que los contrataba perdiera una guerra –la guerra de Malvinas, en el caso argentino– y, tras la caída de la dictadura en cuestión, un tribunal les hiciera rendir cuentas por sus actos. No es que ninguno de ellos fuera capaz de imaginarse esa posibilidad, más bien todo lo contrario. Aun cuando se imaginaran el peor escenario futuro, podían suponer que nadie podría inculparlos si lo que hicieron es arte (el apolítico cree que la eternidad del arte, contra la contingencia de la política, es lo que lo salvará del escarnio histórico).

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